CHROMAKOPIA de Tyler, The Creator

01.11.2024

Después de la refrescante brisa y el mood despreocupado de la exuberancia en CALL ME IF YOU GET LOST, lo que nadie esperaba era que Tyler, The Creator sacara un disco centrado en las inseguridades y las presiones de la edad. O quizás, pensándolo bien, era el paso más natural. «La gente tiene hijos y familias, y yo solo tengo un Ferrari nuevo», confesaba Tyler durante la presentación del álbum.

El problema es que este tema de la madurez y la paternidad no sigue una línea clara; más bien, se mueve según la voluntad del propio Tyler. En Take Your Mask Off, uno de los puntos álgidos del disco, llega a una especie de conclusión: «Eres un egoísta / Por eso tienes miedo de ser padre». Sin embargo, en la siguiente canción, Tomorrow, da un giro: «Estoy engordando y me gustaría descansar / Pensar en tener hijos me pone nervioso», mostrando una vez más sus dudas y vacilaciones. Y en cuanto a lo musical, no logra resolver esta falta de cohesión en su propuesta.

En CHROMAKOPIA, su séptimo álbum, Tyler se aleja de sus rutinas anteriores: ya no lanza discos cada dos años ni sigue la tradición de colocar la décima canción como doble. Sin embargo, en el terreno sonoro, fusiona todo lo que ha aprendido hasta ahora, llevándolo a un nivel más sofisticado.

El disco es una mezcla impresionante de elementos sutiles, épicos, salvajes y variados. Los bangers, aunque siguen siendo el núcleo de algunas canciones, han alcanzado un refinamiento inesperado, a pesar de que, en su mayoría, poco tienen que ver con el hilo narrativo del álbum. Sticky es un bombazo minimalista, mientras que Thought I Was Dead es una experiencia sonora visceral, con sintetizadores disonantes que golpean de manera única. Y no se puede dejar de mencionar la brillante introducción de NOID, donde participa WILLOW.

Pistas como I Killed You y Judge Judy, ambas en colaboración con Childish Gambino, se destacan por lo sorprendentes que son tanto en lo musical como en lo temático. La primera es una reflexión frenética sobre la relación de la comunidad negra con su cabello natural, un tema que a menudo se ve obligado a ocultarse. Es la primera portada de Tyler donde su cabello aparece completamente visible, un gesto simbólico. Con una mezcla de ritmos tribales, vientos de bolero cubano y un cambio de ambiente que nos transporta a la playa, la canción fluye entre distintos géneros con total naturalidad. Judge Judy, en cambio, es una historia sobre el peligro de los juicios apresurados. Con la guitarra de Steve Lacy como base, Tyler da un giro en su estilo y abre nuevas puertas en su música.

El problema de ser un artista con una visión tan amplia es que los oyentes puedan malinterpretar un disco tan personal y sincero como algo aburrido, y es algo que probablemente ocurrirá. Sin embargo, me inclino más hacia las palabras de la madre de Tyler en I Hope You Find Your Way Home: «Estoy tan orgullosa de ti, hijo. Nunca dejas de sorprenderme. Sigue brillando».

Tyler Okonma lleva siendo una figura pública desde prácticamente que alcanzó la mayoría de edad. «Sistema nervioso agitado / Mucho antes de los 19», rapea en Noid. A los 33 años, ha vivido más que muchas personas en toda una vida, y ha ido mucho más rápido. No obstante, nunca había volcado del todo este lado de su experiencia en su música. Según sus propias palabras, CHROMAKOPIA es el primer álbum en el que se muestra completamente honesto: «Tuve que ponerme una máscara para lidiar con toda esa mierda».

Esa «mierda» de la que habla es su resistencia al compromiso, su miedo a la paternidad y su conflicto con sus raíces. De hecho, en varias canciones del álbum, Tyler explora profundamente el concepto de tener hijos. En Hey Jane, describe con gran detalle las complejas y contradictorias emociones de un embarazo no deseado, desde el punto de vista tanto del hombre como de la mujer. Es una de sus composiciones más audaces, un rap sin adornos, directo. Algo similar a WILSHIRE, pero más accesible. Por otro lado, Like Him es una balada preciosa con guitarra y sintetizadores, que habla de la figura de un padre ausente, uno que Tyler nunca llegó a conocer. «Mamá, estoy persiguiendo un fantasma / No sé quién es él», canta en el estribillo.

A lo largo del álbum, Tyler navega por todas estas emociones con el apoyo de su madre, Bonita Smith, quien le ofrece consejos a lo largo de varias canciones. «Hagas lo que hagas, nunca le digas a una zorra que la quieres», le dice antes de la tierna Darling, I, que recuerda al sonido de IGOR. El objetivo final parece ser regresar a casa, a CHROMAKOPIA (un lugar lleno de color), mientras Tyler trata de poner orden en su mente. «¿Mantengo la luz o me retiro con dignidad?», se pregunta en la épica St. Chroma.

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