Travis en Chile: Una velada bajo magia de la nostalgia

Siete años tuvieron que pasar para volver a ver a la emblemática banda escocesa Travis, la cual volvió a Chile para ofrecer un concierto que dejó más que huella en el Movistar Arena de Santiago. Con 22 canciones en el setlist, el grupo dejó claro por qué sigue siendo tan querido dentro del género del rock alternativo, brindando una mezcla de nostalgia bañada se frescura que cautivó a sus fanáticos chilenos.
La velada comenzó alrededor de las nueve de la noche con el tema 'Theme from Cheers (Where Everybody Knows Your Name)', una canción que llenó el recinto de anticipación antes de que los cuatro integrantes aparecieran en el escenario, desatando los aplausos de una audiencia emocionada. Desde el primer momento, Travis demostró que su objetivo no era solo ofrecer un concierto, sino crear una experiencia única y cercana para su público. Con Fran Healy, su carismático líder, al frente, comenzaron con 'Bus', que con sus sonidos influenciados por el folk y el rock alternativo japonés, empezó a calentar la atmósfera y a conectar con el público.
Fran Healy, siempre efusivo, no dejó de interactuar con la audiencia chilena. Expresó su alegría de estar de vuelta, comentando lo especial que es Chile y el aprecio que tiene por su gente. "Tocaremos canciones nuevas, viejas y algunas sorpresas," prometió antes de interpretar 'Alive', una canción que desbordó energía y resonó en cada rincón del recinto.
Entre canciones, Healy compartió historias personales y anécdotas, como aquella sobre su amistad con Chris Martin de Coldplay y cómo esta inspiró la creación de 'Good Feeling', tema que vino acompañado de luces psicodélicas y un ambiente casi teatral. Otro de los momentos memorables fue la secuencia de clásicos como 'Side', 'Closer' y 'Sing', que provocaron un estallido de emociones en el público. Durante 'Closer', Healy pidió que los asistentes encendieran las linternas de sus celulares en memoria de alguien especial, creando un espectáculo visual emotivo y conmovedor.
El concierto tuvo también su toque de humor. En un momento, Fran se rió mientras contaba una historia en la que una persona accidentalmente reventó un globo, justo antes de anunciar una inesperada interpretación acústica de '...Baby One More Time' de Britney Spears, algo que sorprendió a todos y que resonó entre risas y aplausos. Junto al bajista Douglas Payne, Healy entregó una versión íntima y melancólica del hit pop de los 90, demostrando la versatilidad de la banda y su capacidad para reinventarse.
Además de éxitos como 'Re-Offender' y 'Raze the Bar', en los que compartieron anécdotas sobre su amor por los bares de Nueva York, Travis dio un giro inesperado al introducir una atmósfera cinematográfica en 'Gaslight', en la que Healy, vestido con una camisa de fuerza como símbolo de los estragos del amor, conectó con la audiencia de una manera profunda y teatral.
La noche culminó con el icónico 'Why Does It Always Rain on Me', una despedida perfecta que dejó al público en un clímax emocional. El escenario se llenó de globos naranjas y las voces de todos se unieron en una interpretación épica que resonó como un himno generacional.